El estado de Hidalgo continúa entre los más afectados del país por el robo de combustibles, con 1 458 tomas clandestinas y 416 denuncias registradas solo en septiembre. Las autoridades federales y estatales han reforzado la vigilancia en ductos, pero el problema persiste, especialmente en zonas rurales.
El llamado “huachicol” sigue siendo una amenaza para la seguridad y economía del estado.